De Haruki Murakami sólo he leido Tokio blues. Norwegian Wood y consiguió mantenerme en vilo casi de la misma manera que El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas
Adoro cuando me ocurre eso: levantarme a desayunar y comerme las tostadas con cuidado de no manchar las hojas del libro que estoy leyendo; o llegar a casa con ganas de hincarle el diente a la historia en la que me adentro abriendo las páginas de ese objeto inanimado que tiene tanta vida dentro.
En El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas te vas adentrando en dos historias paralelas. Dos vidas, dos mundos, dos formas de mirarlos.
¿Nunca te has preguntado si la vida que vivimos en los sueños será la más real?
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